TiraEcol

Tira Ecol

viernes, enero 12, 2007

Y luego de una quincena de silencio...

Gracioso pensar que llevó exactamente 12 días desde que no escribo nada en este diario que obviamente, deja de ser diario para ser algo como quincena; es ahora la quincena de un Dios. En todo caso, sigo todavía sin encontrar un trabajo que me libre de esa pequeña preocupación económica de pagar un apartamento y demases artículos de estudio una vez empieza en mi querida universidad, por lo cual pasó metido aquí, en la casa de mi mamá/amiga, comiendo a mis anchas como un sacerdote medieval, gratis y lleno hasta los poros de vagancia; de hecho, paso mandando resúmenes de mi vida a trabajos que veo en el periódico, ayudando en lo que pueda, moviéndome para evitar que se atrofien los músculos, pero para un joven que está acostumbrado a estar activo y trabajando, aún estas pequeñas actividades no constituyen más que una diversión, una diversión que deseo ya terminé.

En todo caso, aquel fin de año fue maravilloso, lleno de un poco de todo; comidas sabrosas como aquellas de navidad, ingredientes, el chef principal en la carne de nuestro querido Tío; doce uvas, luces en el ambiente, abrazos de amor entre amigos que son familia; un brindis de mi parte en lo que lo dije todo, hasta la admisión de mi desmedido amor a su dueña, brindis en honor al Amor, que es lo más grande; bailes, música, diversión, risas y mucho mucho más. La noche termino con una luna llena que nadie observaba, pero que nosotros, esta maravillosa familia de poetas, nos detuvimos y con una reverencia, le dimos gracias por su hermosura; era ya 1 de Enero de un nuevo año.

Luego, lo que ha seguido en esta quincena a sido mucho y nada realmente. Por un lado esta búsqueda de trabajo y nuevas fuentes económicas que se vuelve poco a poco en desesperada, por el otro un poema tras otro originados en infinidad de rollos que el amor provoca en mi alma de artista. Casi todo este tiempo he estado aquí, cerca de la mujer que amo, enamorándome o tratando de, de otras mujeres, otras sonrisas, otras palabras afectuosas; aquellas a las que les doy mi intéres son los ideales e imposibles: Casadas, con novio, locas, malditas... Etc... Todo una montaña rusa de emociones.

Pero lo he disfrutado, echado el cuento, sonriendo, dando elogios y pensando en poemas; mientras más poemas escribo, menos me puedo enfocar en mis cuentos, que están ahora en una pausa indefinida. Estado con mi familia, con mi tío al que debo de admitir que sigo viéndole con celos en algunas ocasiones, encontrando por fin mi hermanita mejor amiga en la figura de Percantilla... Si lo vemos así, sin trabajo y todo, ha sido un Enero altamente productivo, jejeje.