TiraEcol

Tira Ecol

sábado, octubre 27, 2007

El hambre, maldita compañera



¿Se acuerdan que me tenía que levantar temprano para trabajar? Pues ni picha lo logré. Me levanto el hambre y el calor y sin más remedio me tuve que poner a trabajar (Sobre el hambre léase nota aparta). Una hora, dos horas... y puf. Se cayó el internet. Nada lo hizo volver... Nada... ¡Ahh, como lo odio! Por lo menos me levanté recordando mi sueño loco, solo que en lugar de mares envidiables (como la foto) soñe con ascensores que se rompían, túneles en que el mundo corría sin parar y un tétrico y hermoso joven con el que luchaba en la casa de mis tías abuelas. ¡Ah! Y soñe con Juanpi, pseudo hermano en algún momento... ¿Seguirá escribiendo ese pelotudo?

Me pusé a hacer el puto examen de filosofía sobre la ciencia (o sea, cero filosofía) y a las tres horas pude mirar con agrado el trabajito; sé que le va a a gustar al gordo conocido como Morocotopo por el simple hecho de que por ser sincero, termine diciendo lo que el quería escuchar. Y si me lo preguntan, sí, el profesor es igualito a Moroco Topo... Si vieran a uno, están viendo al otro también...


No me he bañado (quiero decir la verdad) y planeo hacerlo hasta que termine todas mis mierdas. Me falta el trabajo de mi tesina, a la que le agarré cariño a fuerza de ser el que mejores cosas aporta; para los no entendidos mi tesina es sobre la ley de privatización de Lula que concede a la maquina neo-liberal extranjera y nacional el derecho de hacer al Amazonas mierda. Claro... Si ya Mc Donalds está metido, ¿por qué no agregar más empresas a la galleta voladora? ... pobre pulmón del mundo...

Me voy que tengo que trabajar. No he terminado el trabajo de hoy. Tal vez ahora en la noche hable un poquito de más mierda; de por si, nada cuesta...

Nota aparte: Hambre, sos hermana, madre y puta. No había comido nada desde las 3:00 p.m de ayer y ya todo el ser me daba vueltas. Admito que el ser humano posee una adaptabilidad tal que después de cumplidos dos días sin comer, nada duele... ¡pero que duros son esas 48 horas! Hice banca entre mi ropa y mi vida y encontré 600 colones exactos. ¡Que maravilla! Tenía planeado un banquete de los dioses (incluido el jugo de naranja) cuando mi mouse portátil decidió jugarme la bromita y gastar la batería. ¿Batería o comida? Que díficil elección...

Pero bueno, necesito la batería para trabajar, tonces me compro dos baterías (solo venían en par). No cuento el dinero porque quiero soñar que tengo todavía esos 600 colones que me hacían millonario. Llego a la panadería, pido mi comida y pago; me quedan sobrando 90 colones que usaría luego en dos confites para el azúcar. Llego a mi casa, con una sonrisa después de todo. Ese es lo bueno del hambre... convierte cualquier mierda en la cena navideña que Osquitar (el presidente de los ticos. A mí no me presenta ese maldito) fijo se va a pegar con el TLC fraudulento a su lado. ¡Mmmm! ¡Me podrán decir mentiroso, pero este pan con mantequilla esta divino! Jaja. Porque como diría Gaby, el pan con mantequilla es el elixir de la eterna juventud... (¿dijo eso o lo invento yo ahora? ¿importa?)

No hay comentarios.: