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lunes, junio 23, 2008

Crónicas de una Semana, Parte 3: Gaby

No digan nada... Menos cuando suponen que no escribo porque ando viviendo. Porque por más fanático que sea del recordar, del viajar y del jugar con las letras, prefiero mil veces recordar, viajar y jugar en este "mundo real", siempre y cuando esté Gaby a la par...

Sí, soy consciente de que este último apartado tendría que haber sido escrito hace muchos sábados y muchos domingos, pero compréndame; no he tenido tiempo.

Sólo para que vean que no miento, he tenido un examen de Mitología Griega, un trabajo para Historia de Centroamérica, un trabajo para Mitología Griega sobre Diosas Telúricas, trabajos para Teoría Literaria, trabajos para Seminario. Como sabe cualquier estudiante de la UCR, es cierto que la mayoría del año la pasamos en feriados, en días libres, en días fiesta de la nada, pero nuestras últimas semanas siempre, SIEMPRE, trabajamos lo que debimos haber hecho anteriormente; nunca se queda nada sin hacer.

Pero bueno, no iba a hablar de la U. Iba a hablar de Gaby. Las crónicas de aquella semana, así como las de la pasada y muy posiblemente las de esta, son más de Gaby que de cualquier otro ente femenino en mi vida. Hace ya mucho tiempo, casi un año y medio, cuando conocí a Gaby, presentí que la iba a llegar amar. Presentí que esa era la mujer que llevaba "materializando" en esos días, la mujer ideal, y todo ese tipo de cosas considerads como culiolas por la mayoría del mundo... Pero nunca pensé que me iba a hacer caso.

De hecho, pensé que nunca sería más que un amigo de ella, razón por la cual haber sido su amante era ya como el tope de la felicidad. Sí, había otra persona y sí, a mí no me amaba en ese momento, pero he sido siempre un iluso y yo seguía creyendo en el "uno nunca sabe". Y entre todas las posibilidades, quedó la mejor.

El 3 de Julio Gaby y yo cumplimos un año de ser novios, un año desde la madrugada de un 3 de Julio en que, estando acostados en la cama de mi cuarto en el apartamento que compartía con el Pequeño (Sivi), le pedí que fuera mi novia. Un año que a traído cosas nuevas, como lecciones que aprender y como cosas que intentar. Un año de dormir juntos, de conocer la piel cada vez más, de reírnos de los lugares de los espejos y muchos otros; un año de risas, de algunas lágrimas, de aventuras, de problemas, de metidas de pata (99.99% mías), de aprender a realmente abrir la cabecita y ver que esta pasando afuera.

¡Ah! Y se preguntan, Gaby ya me compró mi regalo de Aniversario. ¡Las fabulosas tenis Vans de Iron Maiden! Algunos dirán que usar zapatos por gusto es traicionar una larga herencia de ser un chancletudo, pero me perdonan... Es Maiden. Además, si siempre he dicho que odio la rutina, debería ser más abierto a intentar cosas nuevas. Sí, nunca realmente me gustará tener zapatos con cordones, pero unas buenas Vans en que sólo tengo que meter el pie y caminar no pueden ser rechazadas a la ligera. (Vean que bonitas las tenis)

¿Y yo? Yo le compré un chalequito negro bonito y un "juguetito" de esos que ciertas personas compran y rechazan después. Además, otros dos regalos sorpresa de los cuales Gaby no sabe nada. ¿Y ese día? ¿Otra cena hiper mega romántica como la del 14 de Febrero? Quien sabe... Por alguna razón me gusta más la idea de un aniversario acá en el aparta, entre pruebas y besos, que uno en un restaurante totalmente picky; al final y se podrían dar los dos, jeje.

Pero bueno, a pesar de que me he atrasado casi dos semanas las cosas realmente no cambian. Gaby sigue siendo un determinante importante cuando cuento mis historias. Sí, podría decirles como tuve que formatear a Amaterasu está semana pasada por algunos problemas, o como andabámos parados de uñas con nuestros grupos de la U, pero a la larga lo único que termina por importar es Gaby; Gaby y sus aventuras.

Pero bueno... Esta semana es una semana de pequeñas complicaciones también. Entrega de trabajo de un curso y exposición de trabajo en otro para el Miércoles son las cosas que más nos tienen parados de uñas ahora. Ese mismo Miércoles, tal vez para celebrar un pequeño respiro, es cuando vamos a ver, por fin, Kung Fu Panda, película que sin saber porque, estoy como loco por ver.

Además, tengo que trabajar mucho. Si bien es cierto las vacaciones no van a quedar como quería (al final sólo me voy a tomar una semana de vacaciones que no es realmente la próxima porque la U termina hasta dentro de tres semanas), por lo menos me voy a tomar una semanita para estar con Gaby, pasear y hasta ir a Ciudad Quesada para pasear fuera de este maldito San José que llego a detestar tan a menudo. De hecho, ya debería estar trabajando, jeje.

Así que los dejo con esta tercera y última entrega de las Crónicas de mi Semana, aún cuando terminó teniendo un atraso fatal.

¡Ciao!

P.S: ¡¡Felicitaciones por la entrada #201 de Crónicas!! ¡200 barrabasadas escritas en 2 años!

P.S.2: Si bien es cierto las Crónicas de la Semana hablarían sólo de Amaterasu, de mi carrera y de la muy importante y magnífica Gaby, tengo que incluir a alguien más hoy. Por fin vino a visitarme, nos dormimos abrazados mientras Gaby estudiaba, comimos mucho, jugamos en una mesa y nos reímos como llevabamos tiempo sin hacer. ¿De quien estoy hablando? ¡¡De Chewie!! Por fin, después de mucho tiempo, pudimos pasar casi todo un día juntos, un día en que por fin conoció al apartamento por dentro y pudimos simplemente vacilar como lo hacíamos antes, cuando ninguno de los tres (Gaby, Chewie y yo) estabámos tan ocupados. ¡Simplemente genial! Aunque ni sé si Chewie lee esto o no... ¡Chewie, te amo mucho! ¡Muack! ¡Sos la mejor Chewbacca de todo el universo entero!

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