Porque al final las letras son siempre más fuertes...

"Quiero ver la sed
en las sílabas,
rozar el fuego
en el sonido.
Quiero sentir lo oscuro
en el grito. Palabras
quiero, tan ásperas
como piedras intactas."
Pablo Neruda, La Palabra.

Sí, sigo con Sangre de Tinta. He de admitir, también, que pasé jugando todo el día Final Fantasy 8, y que pensaba en no leer hoy, para guardarme los sentimientos que el libro me hace sentir por más tiempo. Pero no lo logré; la sed me consumía.

Ahora me faltan sólo 200 páginas para terminar y si abandoné el libro fue porque el corazón me palpitaba ya muy rápido, el pulso me temblaba y mi oído sordo escuchaba ya, no en este cuarto sino en un bosque, los gritos y los llantos, las muertes y la sangre. Todavía ahora sigo ahí, con este cuerpo escribiendo, tal vez tratando de regresar o tal vez tratando de quedarse ahí.

No escribiré mucho, porque ando en un estado extraño. En un estado extraño en donde la mente divaga en otros lugares... En donde un joven besa a una chica y a mí se me sube el pulso a mil...

Hablando de chicas y chicos que se besan...

¡Mañana viene Gaby! Sí, ni Sangre de Tinta me puede hacer olvidarlo. Aunque todavía no sé a a que hora viene, sé muy bien que me voy a levantar tempranito para hacer por lo menos 250 mensajes antes de que ella venga, para empezar a trabajar esta semana; hoy, por supuesto y como siempre, no hicé nada (es parte del círculo vicioso de matarme trabajando un Domingo, para estar harto de mi trabajito como puta los lunes). Pero bueno... Entre las extrañas sensaciones de saber que viene mañana Gaby, y de saber también que realmente no puede venir mañana porque ya está conmigo, entre el aire del Mundo de Tinta, creo que debería partir... Dormir, descansar, soñar... O tal vez leer... Quien sabe...

¡Besos y abrazos a todos desde el Mundo de Tinta!