TiraEcol

Tira Ecol

miércoles, octubre 18, 2006

En busqueda de la amistad perdida

Levantarse en una casa desconocida no fue siempre mi especialidad. Recuerdo no poder dormir, sentir toda clase de sensaciones ficticias, oír desde un búho extinto hasta grillos que por su sonido tenían que ser de mi tamaño. Pero al irme de mi casa, el cuerpo y mi mente se acostumbraron, no a dormir siempre en una cama conocida, sino a multitudes de lugares diferentes, desde el suelo, hasta algún sofá, siempre y cuando hubiera un techo arriba. Claro está, siempre tuve un hogar donde dormir, y no temo exagerar al decir, que cada una era mejor que el anterior; pasando por las casas de mis tíos, a dormir en mi primer casa alquilada, a luego vivir con una familia que llegaría a ser la mía, teniendo en ella tantos vínculos como los permitidos por ley. Y ahora, una hermosa cama matrimonial donde dar vueltas, que me espera en un cuarto blanco, con solo un Te Amo como decoración en sus lisas paredes. He cambiado, he evolucionado, he madurado. Y lo sé muy bien, mi cambio interno a producido este hermoso entorno. Lo sé muy bien, y estoy orgulloso e eso.

Veo lo fácil que es dejarse llevar por las redes de nuestra propia charlatanería, y que tan fácil es sembrar semillas de amor en personas con las cuales solo jugábamos. Y que esté claro; no es que jugamos para herir a las personas, sino simplemente para divertirnos, con esa persona, no a costa de ella. Pero con nosotros, los locos genios, es muy fácil una mal interpretación. También es que buscamos a personas con quienes compartir, con las cuales podamos ser nosotros mismos sin tener que retener una que otra acción o palabra. Por eso, donde algunos ven que “echo el cuento”, donde creen ver una infidelidad, hay simplemente una búsqueda incesante de cariño y comprensión; de amistades duraderas, de esas que pocas personas tienen, pero por ende, las hacen las más felices. Eso es todo lo que quiero: No una amante, no una aventura, no un chiste sin gracia, no una música sin ritmo, no un simple apretón de manos o un abrazo sin significado. Quiero una amistad, de verdad, sea lo que sea. Eso es todo lo que deseo. Y aunque creo tener varias de ellas, siento que falta encontrar a esa persona todavía, o por lo menos, percibirla como tal. Oh, donde estás mi amigo eterno? Sos el árbol que me da cobijo, el viento que me abriga, la sonrisa amable que me da la bienvenida? Sabes? No me lo digas…. Lo descubriré solo.

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