TiraEcol

Tira Ecol

domingo, octubre 29, 2006

Un nuevo renacer... !Por fin!

Respondo mi propia pregunta; si puedo. Si puedo ser amigo de esa mujer increíble. Es fácil ver negro todo cuando la noche se cierne alrededor nuestro, y es fácil ver ataques de donde solo viene amor. Luego de sortear como un mago los caminos tortuosos de la soledad, me veo acompañado de mi amiga/mamá. Desato mi furia, mi enojo, mis lágrimas guardadas que aún así, no permití salir. Le dije mis planes, mis dolores, mis angustias; describí la soledad que estaba en mi sombra. Y como la sabia mujer que es, me aconsejó evitar estar solo con el espejo, y sufrir aún así con la incomodidad y el dolor, para acostumbrarme más pronto a ellos; acostumbrarme a ver a la mujer que amo, solo como mi hermana, más que mi amiga verdaderamente. Y lo acepté y con ella me encaminé a aquel hogar que el viernes había provocado tantos llantos renovados. Pero sorpresa la mía! Ya todo estaba bien! Y solo una charla estaba pendiente; una realizada en el mismo parque testigo de charlas, reproches, perdones, abrazos y miradas enamoradas. Y hoy, no fue la excepción.

Le dije que podía esperar de mí a un hermano, más que al mejor amigo que ella deseaba, solo para terminar admitiendo que quería ser considerado como el último, y escuchar sus penas, problemas, felicidades y demases. Tuvo su buena cuota de pensamiento, el hecho inevitable cuando el amor tocará nuevamente a su corazón, esta vez con un rostro diferente, palabras nuevas, miradas desconocidas. Aún, y lo admito, talvez me duela en el momento, pero no he de saberlo hasta que ocurra. Ella sabe como me siento; siempre la veré como la mujer que amo, tanto como mi hermana. Esas dos opciones poblan mis recuerdos. Pero me sumió en alegría pensar que no era el único que soñaba con una relación larga, de años, con múltiples experiencias; como también que no era el único que pensaba en una posible y futura reunión, cuando, como talvez escribí en días pasados, podamos ver mutuamente en nuestros rostros la experiencia, la sabiduría, y quien sabe, nuevamente el amor. Solo que esta vez, un amor preparado. Por el mientras tanto, muchas cosas están pendientes, tanto para mí como para ella, y prefiero tenerla a mi lado como esa amiga incondicional, para no perderla de vista, para no perder su confianza. Realmente, esta la necesito. Pero hoy, a pesar de venir del mismo espacio y tiempo que provoco sus buenas lágrimas en sus inviernos, me encuentro hasta sonriente y feliz, talvez por el presente, talvez por el futuro inexistente, talvez por mis ilusiones, talvez por mis percepciones, pero al fin de cuentas, feliz. Que buen comienzo de semana!

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