TiraEcol

Tira Ecol

lunes, diciembre 17, 2007

Entre una intoxicación, el estrés y la estupidez

Todavía siento los tres pedazos de pizza (Dos Jamón y Queso, una Suprema), el cangrejo, el café y la chorreada en el estómago. Y en el dolor y la satisfacción de haber comido como nunca en mucho tiempo (desde las comidas en la casa de Gaby) se filtran algunos recuerdos del día de hoy.

Recuerdos como ver a esa hermanilla que se volvió otra vez Percantilla, transformándome a su vez en un Putito. Recuerdos de un amigo de carrera preocupado, feliz, paciente y no muy amigo de mis persecuciones y cosquillas. Noticias de una niña cristal y una familia que se vuelve un tanto extraña, un tanto desconocida, como un barco que antaño reposará en la bahía y ahora se perdiera entre la niebla y el mar.

También hubo un dolor y un odio, tremendo pero no definitivo. Esto, por sutil privacidad, nadie lo sabrá más que, pero por muchas razones puede haber un brazo quebrado y un muerto, ahí donde los sacerdotes de mi cuento Niebla tocan puertas y buscan la desesperación. Todo mañana me llega por la mañana, desde la entrada de Maiden hasta el disco con todo el metal de Gaby, pasando por una noticia... Mañana, como los árboles mueren de pie...

Sigo enfermo, con un dolor de cabeza que no me deja pensar y que más bien, junto a Xime, me ayudan a bajar excesivamente mi promedio.

Historia de Xime: Amiga por el msn desde hace un año y medio, o un poquito más. Confidente de N(más)1 cositas por ahí, entre amores, problemas y una que otra sonrisa. Sí, adivinaron. Nunca nos hemos conocido, aunque por fin hoy estábamos discutiendo sobre una tomada de café... "Manda güevo mae, ¿cómo no nos vamos a conocer?". Casi 5 horas habladas y nada de pereza ni aburrimiento... Nota: Gaby, como le decía a Xime... Te extraño.


Sigo enfermo y con semejante dolor de cabeza y cuerpo (me he dado cuenta que un riesgo de trabajo mío es la espalda. Debería hacer algo con eso antes de quedar jodido de por vida) me entero de que mandaron a otra mensajero por los libros de aquella mujer que metió el puñal por el omoplato izquierdo y lo dejó ahí por un buen rato; conseguí que la devolución se retrasará hasta el viernes, porque no tengo ganas de luchar, ni de hablar ni de nada... Que varas que la gente no madure, sin importar la edad.

Lo demás pasa rápido. Una llamada a Gaby. Una pedida de ayuda. Un calendario de desnudos en que me tengo que depilar y particpar con Gaby. ¡Ouch! Duele, tengo frío. Sigo. La historia completa de una familia que no debería, ni quisiera, detallar por aquí. La cólera sobre el cristal que pretende no romperse con Iron Maiden y su dichoso concierto. Y una revelación, bastante bonita.

Alguien hace mucho tiempo me dijo que esta podría ser mi última reencarnación en la tierra. Creo que hasta lo puse en algún posteo. Pero la verdad, yo no quiero. Me gusta esta escuela de aprendizaje. Me gusta la idea de comer mierda y luego ser feliz, y que esa dicha, por más pequeña que sea, se exalté por la mierda comida. Me gusta el amar y que cueste, me gusta el divertirme con las vueltas humanas. Sí, yo sé que soy un Dios y que esto va siendo una creación mía, al fin y al cabo. ¿Tonces, para qué irme todavía? Y aún peor, el obsesionarse por alcanzar un grado de perfección que debería llegar solo.

¿Se acuerdan del Siddharta de Hesse? Sea un personaje inventado por la mano de un hombre, o sea de inspiración metafísifica, esa es la imagen que tengo cuando me imagino a ese Buda, no el que todos seguían, sino el que buscó su camino y murió feliz y apartado de muchos. Yo quiero recorrer mi propio camino, quiero no pertenecer a una comunidad que piensa posee la verdad porque yo quiero encontrar la mía en específico, quiero amar hasta el fin y aprender de ello, quiero ser feliz, pero que sea divertido a lo largo del viaje.

Pero siguen siendo cavilaciones de un loco, y no de un ermitaño, como aquel libro que pensaba escribir cuando fuera grande(¿grande?) porque era todavía muy NIÑO cuando lo pensé. Sigo enfermo y ese chunchito me dice que Xime sigue hablando, ahora de una puta gastritis y de un helado que se derrite en la boca. ¿Partimos?

P.S: Chewie, Gaby, Navidad, perdón. No voy a ir a la cena porque me conozco y me voy a sentir incómodo. Si querés Gaby, acepto que no cocinés nada. Pensé en ir temprano e irme antes de todo, pero sería una descortesía. Pensamos (Chewie y yo) en que asistiera al almuerzo del día siguiente, pero ya tampoco nos va a funcionar. A mí me gustaba la navidad, cuando vivía todavía con mi mamá. Habrán algunas fotos ya perdidas de un Simón con "piyama" y gorro navideño, todo feliz... todo ignorante. Ya ahora no me gusta. No me siento cómodo. O es la festividad católica, o la de otra religión, como el capitalismo. Simplemente Chewie, por más que quieran que vaya, no va a funcionar y realmente pido perdón por eso. Quiero que sean felices, porque yo no lo voy a poder ser. Muchos recuerdos y no todos son felices... A veces la vida no sonríe el 24 de Diciembre o por lo menos, no para todos...

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