TiraEcol

Tira Ecol

viernes, diciembre 21, 2007

Hoy reboso de amor. Una HIistoria de Amor.

No sabría explicarlo. Creo que tenía algo pensado para escribir hoy, como lo mucho que me había divertido ayer con Claudia y Laura e Issac, o como terminé ganando más adeptos para mi proyecto de Costa Rica Mágica (nombre temporal mientras me reuno con los demás y le ponemos otro), pero ya no puedo. No puedo más que hablar de lo mucho que amo a Gaby y como Gaby es mi mundo, como amo a todo.

Sonará culiolo, sonará obsesivo, sonará idiota... Pero me vale picha. Hoy, con una hablada que llevará ya todo el buen día entre mensajes, llamadas y suspiros, he hablado con Gaby, no más ni mejor, sino de una forma sincera, amorosa y exquisitamente sonriente. Hoy me doy cuenta de esos detalles que me hicieron amarla como la amó y que hacen que sea ella la que posea la única llave que entra y sale de mí, la forma de bajarme las defensas y conocerme.

Gaby y yo nos conocimos a principios de este año, una tarde calurosa de un Martes, ambos esperando afuera del aula 113 (creo) para las clases de Taller Liteario. Ambos con un libro, ambos sentados en el suelo, ambos matando el tiempo por haber llegado temprano, ella aún más que yo, huyendo de una sombra.

Supongo que en todo ese había algo más. Más tarde nos enteramos de que Gaby no iba a mi grupo de Taller Literario y que era sólo porque yo le había dicho que yo iba a taller que había asistido al mismo grupo. En El Mundo según Garp, la madre del protagonista, Helen, habla de la fraternidad de las personas con libros que seguía su vida; Gaby y yo somos parte de ella y nos identificamos sin darnos cuenta, como miembros de una logía inmensa que dominaba la magia y la fantasía.

Entre ayer y hoy le explicaba a Gaby las cosas que más me encantaron de ella, esos pequeños detalles que me dijeron desde un principio que tarde o temprano caería; si le preguntan a la misma Chewie, ella les dirá como, cuando le dije que yo era Bi, le dije también que estaba posiblemente enamorado de una mujer de mi taller, aunque después lo desmentí cuando ella la identificó. Y entre recuerdos y una que otra sonrisa, esos pequeños detalles salieron a la luz.

Lista de Pequeños y engrandecidos detalles:
1)El Guiño: Sentados en una esquina de la clase de generales, ya la noche cernida en las ventanas, Gaby me da la espalda, con una hoja ya afuera, al haber comprendido como se tenía que hablar con mi sordera y mi afición al silencio. Estábamos riendo y sonriendo, sin ser todavía más que dos compañeros que no se conocen. Sólo duró un segundo y en un segundo todo cambió; le siguieron otros, pero fue ese primero el que movió, como diría Rushdie, el suelo debajo de mis pies. Se volteó y me guiño el ojo y en ese guiño, lo vi todo: Mi pasado, mi verdad, mi amor, mi dolor y muy en el fondo, oculto en una capa que habría que despejar después, mi felicidad. Era el principio de una caída que me llevó al cielo.


2)La mano: Si ustedes le preguntan a Gaby donde se concentra su energía, siempre les dirá que es en sus manos; uno mismo lo puede sentir porque están generalmente hirviendo, rebosando de poder. (Para los curiosos, yo todavía no he definido donde se concentra mi energía. Tal vez sonará raro, pero creo que es en los pies y que es por eso que nunca siento frío a pesar de andar descalzo o el porque cicatrizo rápido o aún más, porque nunca me ha pasado nada grave). Pero en Gaby, cuando nos conocimos, su mano era un algo sagrado, algo que no se debía tocar pero que me atraía. Otro lugar y tiempo: Conferencia sobre Billo Zeledón para Taller Literario, Gaby y yo sentamos en una grada del auditorio de Letras, ella escuchando y yo mirándola. No sé que fue lo que me pasó, pero cuando me di cuenta, hacía un ojo que todo lo ve, encerrado en su mítica pirámide (por alguna razón, me encanta ese símbolo) en la palma de su mano.
















Algo pasó sencillamente cuando lo terminé de dibujar. La miré por un tiempo y con dedos temblorosos, escribí un mensaje en mi celular.


Mensaje que escribí en el celular para que lo leyera Gaby: "Sos peligrosa"


Lo era porque estaba capturando mi corazón por medio de su mano, dando rienda suelta a mis sentimientos con esa energía de sus diez dedos que me atraían, inexorablemente, a terminar amándola.


3)Pasos: Esto es fácil de explicar. Todos los días, cuando terminaba el taller, yo acompañaba a Gaby a la parada del bus de Heredia, esperaba que se fuera y después corría (generalmente me agarraba tarde)para agarrar mi bus para Coronado. Pero en esas caminadas, donde estamos alejados hablando de juegos, historias o pasados, ese caminar, esos pasos, todo ese accionar de su cuerpo para moverse me absorbía. No era verle ninguna parte en específico de su cuerpo, pues era como trascenderlo. Era ver a una mujer increíble, de paso pausado, un pelo rebelde que siempre amaré y un bulto que cargaba con sus pertenencias. ¿Raro? Tal vez. Pero esa es la verdad.


Esos se podría decir que son los 3 Grandes Pequeños Detalles que hicieron que todo este amor empezará. Si de momentos especiales se tratará, hay montones ya, que por casualidad, empezamos a mencionar Gaby y yo hoy y que podrían ser a la larga la razón de que ande con este corazón que se quiere salir.

Esta la vez que fuimos al Lugar de los Espejos, donde un reflejo de nuestros cuerpos nos daba el eco de la charla, la inocencia, la pasión, la historia por contar y el pasado; la vez que fuimos al Museo de los Niños y volviéndonos pequeños, salimos más grandes, después de un libro, todas las actividades y montones de fotos que pondría aquí, sino fuera porque ya están en otros muchos lugares; nuestra primera visita al Jazz Café, que hasta donde recuerdo (Gaby, esto si se me pierde) era para escuchar a mi Ex-Tío Bernardo, tocando con Fidel Gamboa; el recuerdo de una lágrima en el Kiosco (el mismo que me vió luchar por un amor que creía perdido y el mismo que me vió luchar para no aceptarlo, mucho antes) donde Gaby fue simplemente Gaby, sin defensas, sin seguros ni candados.

Estuvo la primera vez en la casa del Calvo en donde no fue la inocencia, sino la emoción la que ocupó un escenario que de un espectáculo que terminó rápido; la primera vez que nos dijimos Te Quiero, excusándonos en nuestra amistad cada vez más fuerte; la conversación que tuve un día por el MSN donde me rendía ya al amor y la declaración del día siguiente; la primera vez que Gaby me "dijo" Te Amo (la primera vez, costumbre que tomo por algún tiempo, me dijo solo Yo también) y por fin, la noche de un 3 de Julio en que hablando "bromeando" sobre un noviazgo hipotético, terminé diciéndole que quería ser mi novia.

Tantos recuerdos que faltarían por incluir, tantos otros que son sólo para ella y para mí, ni siquiera para el pobre Crónicas, mi fiel Blog y sus menos leales lectores. Sigo rebosando de amor, pero tengo que parar de hablar para trabajar un rato y hablar con esta Chewie que quiero (perdón, amo, a mí propia manera de amarla). Gaby ahora está en la playa y nuestra sesión ha terminado por su cansancio. Pero ya hoy supo que yo soy todo de ella, y que podrá sonar riesgoso, pero que puede hacer lo que quiera. Y lo declaro públicamente: Gaby es la única que me conoce, la única que me sabe lo suficiente para hacer lo que quiera, y la única que posee tanto mente, piel y corazón de este chancletudo/dinosaurio... Hoy más que nunca la extraño. Hoy más que nunca he entendido cuanto la amo.

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