- Si es demasiado bonito, demasido romántico y demasiado todo. ¿Se puede negar lo cool que es solo por lo culiolo?
- Dos palabras pueden cambiar mi mundo... ¿Cuántas necesito para cambiar el de los demás?
Pues vengo de la jornada continua de trabajo de 600 mensajitos, y de pasear por San José. Y entre tantas cosas, empiezo a responder las preguntas desde que me levanté.

Así que recién terminado el trabajo y después de pichasearme a la compu en Risk II (Vicio de mierda, por dicha no lo juego tanto), me alisté - después de bañarme, obviamente - y salí rumbo a San José, para encontrarme con Percantilla a las 4. Luego de visitar el lugar de ensueños sorpresa exclusiva pa' Gaby, deambulamos entre la búsqueda del señor de los copos, entre mis miradas, sus historias y la doble T (TT) que no podía ser evadida tan fácilmente. El lugar, por supuesto, ese paraíso o salón vampiresco donde surgen fantasías, podrá ser todo lo del mundo, pero estoy seguro que a Gaby le va a encantar. Como diría el idiota de Grick cuando se mencionó el asunto en medio de sus declaraciones escabrosas... Tiene que ser algo que se recuerde.
Así que en algún momento, terminamos en la Plaza de la Cultura, hablando de ese desconocido hace algunos meses que ahora se aprovecha y vi, en una esquina, algo extraño.
De hecho, Percantilla me estaba diciendo que cuando era pseudo metalera le había gustado a un cierto individuo escabroso, que casualmente estaba justamente a unos 100 metros. Vi que hablaba con alguien, pero siendo despistado, ignoré esa impresión de que la escena me era conocida. Y fue hasta una de mis distracciones del relato de mi hermanilla que me di cuenta que era lo familiar de la escena. ¡El sujeto escabroso era Warlock, personaje harto conocido de mis tiempos en Curri con Ches y con... la misma Dunia que estaba hablando con él!
Pues es obvio que la llamé al celular y después de un pequeño trayecto que cubrió una colgada de teléfono y un montón de sonrisas, terminamos encontrándonos, saludando, bromeando y con una salida pendiente a ser realizada el jueves pa' recobrar algo de aquella amistad legendaria de la única persona que ha dormido conmigo con el simple propósito de hacerme piojitos... ¡Oh Dunia!
Y como era de esperar, Percantilla vino al aparta y entre bromas y sus tareas, terminó yéndose tempranito, por dicha, dejando una taza de café vacía y un montón de deseos frustrados junto a la cucaracha invisible que la mata del terror. Y yo, después del trabajo de 300 cositos, acá estoy... sólo deseando dejar de escribir pa' poder dormir...
Y eso haré... Tal vez ya mañana Lestat este terminado y algo les contaré...
¡Ciao!
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